GÜEMES - SANTANDER

25 de agosto, miércoles:


Ha sido una noche de sonidos varios. Ya se que yo ronco pero el amigo Antonio de Tomelloso lo hace de forma tremenda. Estaba en la litera de abajo y he tenido la sensación en algunos momentos de que temblaban las camas. ¿Estaré exagerando?

Nos levantamos al amanecer y desayunamos, igual que cenamos, estupendamente en el comedor del albergue, recogemos los trastos y partimos hacia Galizano donde preparamos un suculento almuerzo dando cuenta de él en un parque a las puertas de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. (Parece que siempre estamos comiendo pero también caminamos, ¿eh?).

Para continuar hemos de elegir entre las flechas del itinerario oficial o hacerle caso a Ernesto que ayer nos recomendó bordear la costa por un sendero sin indicaciones; optamos por la segunda alternativa y acertamos de pleno. El caminar por los acantilados sobre las playas de Galizano, Langre y Loredo hasta desembocar en la de Somo, resulta una experiencia es-pec-ta-cu-lar.

En el embarcadero de Somo nos espera Miguel con quien tomamos unas cañitas antes de subirnos a “La Pedreñera”, barcaza que nos traslada a Santander atravesando la bahía con unas fantásticas vistas de la ciudad, dejándonos en el mismo Paseo Pereda frente a la sede principal de la “Santa Casa” (Banco Santander). Caminando, marchamos al puerto pesquero y en uno de sus estupendos restaurantes tomamos una caldereta que nos pone a tono, luego al albergue.

El albergue está ubicado en la entreplanta de un edificio; se trata de un piso diáfano donde hay distribuidas unas 40 camas-literas algo hacinadas, aunque con buenos colchones y almohadas. El problema está en los baños ya que solo hay uno para hombres y otro para mujeres y además estrechos, así que el episodio de las duchas se eterniza.

Si tuviéramos tiempo resultaría interesante visitar a fondo esta preciosa ciudad y curiosear en su historia para conocer detalles como el por qué figura la Torre del Oro sevillana en su escudo. Resulta que marinos santanderinos, capitaneados por el almirante Ramón Bonifaz, participaron en la conquista de Sevilla a los árabes, y el 3 de mayo de 1248 rompieron las conexiones del puente de barcas y cadenas que había entre Sevilla y Triana, privando de los abastecimientos a la ciudad y acelerando su capitulación. Por ello aparece en el escudo de Santander la Torre del Oro y un velero rompiendo unas cadenas en el Guadalquivir. En el escudo de Cantabria también aparece la estampa sevillana junto a la Estela de Barros, pero la torre es más estándar y no se reconoce.

Una vez situados, Julián y su hermano Paco marchan a cenar con una familia amiga que tienen aquí y los demás salimos a dar una vuelta por Paseo de Pereda a la espera de que se hagan las 9,00 de la noche, hora en la que hemos quedado con Miguel para ir a cenar unos cuantos percebes que ha conseguido por mediación de nuestro compañero Eugenio Moro.

Tomamos unos helados en “Capri”, luego unos vinos en “La Cigaleña”, un magnífico lugar que tiene a la vista de los clientes la 8ª mejor bodega de España y donde numerosos jamones, cual si fueran estalactitas, cuelgan del techo; aunque pillamos en mal día a un malhumorado camarero que no ayuda nada y al que parece, por la cara que pone, que alguien lo tiene agarrado de ahí abajo donde dos son un par, no obstante hay que reconocer que el sitio es evocador para los amantes del vino. Acabamos en la tasca “Las hijas de Florencio”, sitio bullicioso y simpático, donde coincidimos con Nerea y Natalia que se unen al grupo percebero.

Miguel y Eugenio han preparado en su punto 7 kg. de percebes de tamaño mediano que se han agenciado y nos los vamos a tomar al bar de un familiar de este último en pleno corazón de Santander; hay tantos que la cena consiste sólo en percebes acompañados de un excelente vino blanco, además de buena conversación y muchas risas.

La velada es tan agradable que se dilata hasta las tantas ¡Y el albergue se cerraba a las 23,00 h.! . Al regreso (1,30 de la mañana) encontramos al bueno de Julián, al que habíamos llamado, dormitando en las escaleras pendiente de abrirnos la puerta. Gracias amigo, si no es por ti hoy dormimos al raso.

Amanecer en Güemes

Preparados para marchar

Galizano. Nuestra Sra. de la Asunción

Dándole al chorizo y a la bota

Que no pare

Una playa.......

.......Y otra

Los cuñaos

Más playa

¿Caimán ó galápago?

Bordeamos los acantilados

Llegamos a la playa de Somo

Vamos para el embarcadero

Ya estamos en "La Pedreñera"

Desde la cubierta se ve mejor el paisaje

Cruzando la bahía. Santander al fondo

Aquí se ve mejor

Llegamos

A nuestras espaldas la "Santa Casa"

Reponiendo fuerzas con una caldereta

Escudo de Santander

Monumento a Pedro Velarde y Santillán, héroe del levantamiento del 2 de mayo

Vinito en "La Cigaleña"

En Paseo Pereda

Peleando con los percebes

Se nos van a salir por las orejas

Playa de Somo